jueves, 4 de noviembre de 2010

Vicent Van Gogh

Vicent Van Gogh (Zundert, Países Bajos, 30 de marzo de 1853 – Auvers-sur-Oise, Francia, 29 de julio de 1890) fue un pintor nerlandés, uno de los principales exponentes del posimpresionismo. Pintó 900 cuadros (de ellos 27 autorretratos y 148 acuarelas) y 1.600 dibujos. La figura central en su vida fue su hermano menor Theo, quien continua y desinteresadamente le prestó apoyo financiero. La gran amistad entre ellos está documentada en las numerosas cartas que se intercambiaron desde agosto de 1872. Para Theo fueron 650 de sus 800 cartas conservadas.
La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura. Tuvo una gran influencia en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen. Por medio de numerosas reproducciones muchas de sus obras son muy conocidas y se encuentran profundamente enraizadas en la consciencia artística general y mantienen su actualidad en todo el mundo.
Fué en París donde descubrió las pinturas de Rubens, que con su colorido y sus formas femeninas le abrieron la alternativa del uso de colores como el carmín y el verde esmeralda.

El año 1886 se mudó a París, para vivir junto a su hermano menor Theo Van Gogh, a quien le avisó con esta simple nota: «Estaré en el Louvre desde el mediodía, o antes, si lo deseas». Theo, que trabaja en Boussod & Valadon, le presenta a Vincent los trabajos del impresionismo; este contacto produce una paleta más luminosa, donde el color jugaría un rol fundamental en el resto de su obra. Durante los dos años siguientes tendrían múltiples fricciones entre los dos hermanos; siempre fue Theo el que cedió y perdonó.
Se instalaron en Montmartre y empezó a codearse con los artistas de la época que allí se reunían, creciendo como pintor y como ser humano. Conoció aÉmile Bernard y a Henri de Toulouse-Lautrec, haciéndose gran amigo de ellos, así como a Paul Gauguin, Georges Pierre Seurat, Paul Signac, Armand Guillaumin, Camille Pissarro, Paul Cézanne. Van Gogh, como muchos pintores de la época, admiraba el arte japonés: Hokusai, Hiroshige, Utamaro, prueba de ello son las réplicas que realizó de grabados japoneses y algunas pinturas suyas que reproducen ese país a manera escenográfica. A las reproducciones procedentes del Japón se las llamaba japonaiserie. Dos de estas obras realizadas por Van Gogh fueron Prunera en flor y Puente bajo la lluvia, copias de obras de Hiroshige. 
Utilizó los colores complementarios y todo esto le hizo abrirse a una expresión en su arte que no había sospechado en los Países Bajos. Pissarro también le explicó las nuevas teorías sobre la luz y el tratamiento divisionista de los tonos. El artista consiguió ir añadiendo colores más ricos y luminosos a su paleta, gracias a Signac, con quien trabajó en 1887. Practicó pintando paisajes urbanos del barrio de Montmartre y naturalezas muertas ya con colores más vivos; los rojos, amarillos y azules con sus complementarios ya se pueden apreciar casi en todas sus pinturas de este periodo.
Exaltado por la intensidad del clima artístico de París, Van Gogh consiguió con la ayuda de Toulouse-Lautrec, la renovación de su pintura por lo que a la investigación psicológica de los retratos.  Una de las cosas más importantes que aprendió en esta época fue la aplicación del contraste complementario, el contraponer los tres colores básicos (amarillo, rojo y azul) a la mezcla formada por los otros dos, como combinación rojo-verde, amarillo-violeta y azul-naranja que refuerzan su tono o se neutralizan al mezclarse en un gris deslucido. Así se observa la aplicación de esta técnica en los Cuatro girasoles donde claramente existe el contraste complementario entre el amarillo y el azul vivo del fondo.
El 21 de febrero de 1888 llega a Arlés, al sur de Francia, primero se instaló en una habitación situada en el Hotel-Restaurante Carrel, por la que pagaba cinco francos diarios; esto representaba sobrepasar sus posibilidades económicas, además el espacio era muy reducido para tener su taller. Pintaba todo lo que veía y ya no necesitaba estampas japonesas, como el mismo reconoció en una carta dirigida a su hermana: «Aquí no me hace falta para nada el arte japonés, porque me imagino estar en el Japón y nada más necesito abrir los ojos y ver lo que tengo delante» Sus primeros cuadros en Arles fueron típicamente japoneses; la pintura Melocotonero en flor, la realizó en marzo de 1888. Pintó la naturaleza de los alrededores, los campos de trigo, los pantanos del delta del Ródano, el canal del sur de Arles que reflejó en diversas obras como El puente de Langlois. Durante este periodo empezó a utilizar las pinceladas ondulantes y los amarillos, verdes y azules intensos que caracterizan su obra pictórica de los últimos tiempos.

El dormitorio de Van Gogh en Arles(1888).



Autoretrato



La noche estrellada
(De sterrennacht)
Vincent van Gogh1889










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